Viernes 5 de noviembre 2021, 10.30 (hora AR), 45 minutos: “collaborative workshops – team”
Así era la descripción al invite, de lo que sería la mejor reunión de nuestras vidas, al menos de las que hemos tenido hasta ahora (ojalá haya muchas reuniones como estas) 🙏🏼
De los 5 invitados a la reunión, había una persona “Luis” a quien no conocíamos y el motivo de la misma era que conociera Say Hi! para evaluar la posibilidad de colaborar y trabajar en proyectos dentro de la organización a la cual pertenece.
Había muchos nervios, ansiedad e incertidumbre. Era nuestra primera reunión con esa organización internacional (no lo podemos decir, pero es grande-grande, nivel mundial).
Preparamos esa reunión a conciencia, pensando en los detalles: “tiene que ser humana”, dijo una de nosotras, nivel “lágrimas en los ojos” sumó y nos echamos a reír. De “humanidad”, sólo nos animamos a contar que éramos 3 socias mujeres, madres, viviendo en Córdoba, Argentina. Y luego empezamos a explicar qué nos unía y el alcance de nuestros servicios. En ese momento, Luis nos pide que profundizáramos más en nosotras mismas (sí, lo que están leyendo), en quiénes éramos, qué hacíamos, cómo se llamaban nuestros hijos… imaginate… ahí empezó un viaje de emoción pura.
Le contamos del Chapu, Jaz, Martu, Carmela y de Sara y Simón (los mellis). Le contamos de nuestras pasiones, de nuestras ganas de emprender a pesar de todo el contexto. De nuestros aciertos y aprendizajes, cual charla de café, en dos idiomas, con gente que recién conocíamos y en lo que se suponía que iba a ser una reunión en donde íbamos a contar nuestro “pitch deck”.
Luego de retomar el pitch y los casos, llegó la hora de la verdad: el feedback. Luis toma la palabra y con total sinceridad nos da una devolución que nos colocó rápidamente en contexto: lo que creíamos que era nuestro mejor argumento de venta, no lo era (chan!) y sin embargo, sin una pizca de mezquindad, nos dijo cuáles eran para él nuestros mejores diferenciales: el tener la valentía de emprender, crear algo propio para poder “darlo todo”, tener en nuestra esencia el ser “interdisciplinarias” y el último punto, el más amoroso de todos: lograr empatizar con el otro “es algo que les pasa en la piel y lo transmiten.”
Imaginense, ya para ese momento la emoción no se podía ocultar, nuestras sonrisas estaban tatuadas y queríamos salir corriendo desde acá hasta Washington DC a darle un abrazo a ese buen hombre, que siendo él, nos vio a nosotras “personas”, vio nuestro proyecto y nos ayudó a valorar lo que nosotras no nos animábamos a contar pensando que no sería “interesante”.
Ganamos. Fue nuestra mejor reunión, sin dudas. Ganamos confianza en lo que somos y en lo que proyectamos juntas.
La magia sigue sucediendo ✨
Gracias Juli, sin vos esto no hubiera sido posible. Gracias, Gastón, por confiar y tender redes con tanta generosidad. Gracias, Luis, por ese café, esa escucha activa y ese feedback tan valioso para nosotras; ojalá tengamos la chance de demostrarles lo que somos capaces de llegar a ser.
Manu, Lau y Cata.